La rebeldía de Pacheco surge desde dentro, como rechazo no solo a la situación sociopolítica de la época sino también ante las relaciones con el poder, el sistema y todos sus símbolos de representación. La falta de libertades en la dictadura franquista le lleva al exilio, primero a París y luego a Italia, país donde establecerá su residencia hasta finales de los años 70, cuando regrese definitivamente a España . Continuará trabajando fiel a sí mismo en su Cuenca natal, donde falleció en la primavera del 2000.
En los años 1964-65 expone en el Salón de La Jeune Peinture y el Salón de Surindependants, Musée d ´Art Moderne. París
En 1964 es invitado a participar en la muestra “España Libre”, exposición realizada en varias ciudades italianas para conmemorar los 20 años de la resistencia italiana. Será a partir de este momento cuando fije sus residencia en Italia. Desde 1967 Pacheco inicia un periodo de sátira sobre el franquismo, llegando incluso al sarcasmo. A esta época corresponden obras como “El guardián de Madrid”, “El asesinato de Puig Antich” y los 24 “Retratos en negativo de personajes negativos” La temática de esta etapa figurativa se hace extensiva al racismo sudafricano, las hambrunas tercermundistas, el colonialismo….
En los años 70 funda en Italia el Gruppo Denunzia con Antoni Miró, E.Comencini y Bruno Rinaldi.
Invitado a la Bienal de Venecia de 1976, con el enunciado “España, vanguardia artística y realidad social 1936/1976”, fue una bienal polémica en la que se criticó tanto la ausencia de muchos artistas como la presencia de otros que durante años representaron al país bajo los auspicios de la dictadura. Pacheco retiró sus obras .
En 1975 Miguel Herberg realiza la película “Pacheco, un grito de España”, en ella el pintor se expresa así sobre el principio básico que inspiraba sus obras “El artista que se abstrae de la vida, del momento histórico al cual pertenece, está fuera de su tiempo, está muerto”.
En su obra incorpora el paisaje urbano del grafitti y del activismo político y social. Sus “muros” pueden ser descritos como expresiones de la sociedad. Retazos de la vida de individuos anónimos . Dibujos, inscripciones y huellas empleados como signo lingüísticos y como icono visual. Arte como lenguaje, como medio de comunicación. Manifestación de gente corriente elevadas a categoría de arte.
Sin embargo, cuando Pacheco quiere que el mensaje sea directo, que no exista ambigüedad en su lectura, abandona el informalismo expresivo de sus “muros” y utiliza la figuración como lenguaje formal. Cuadros, dibujos y grabados, con su testimonio satírico y fuerte expresividad, constituyen una crónica ácida y a la vez jocosa de la realidad.
Jean Jacques Levéquê lo definió como “ un Daumier Pop-Art”
En el año 2004 Mª Soledad Caldito Aunión presentó una tesis doctoral sobre su obra en la Universidad de Sevilla.